Monday, March 27, 2006

De catarinas y perdones.

El otro día pisé a una catarina. Iba caminando por ahí cuando sentí que algo pasó frente a mí, pero no pude ver bien que era. Me fijé en la playera que traía puesta y ahí estaba, la bolita roja con las manchas negras, algo chiquita aún para una catarina.
Hacía tanto tiempo que no veía una. Me trajo recuerdos de cuando era niño y veía muchas y jugaba con ellas. Cómo las metía con mucho cuidado en un botecito con hojas y se las enseñaba a mis abuelitos, para después dejarlas en alguna maceta con muchas flores para verlas caminar libres y luego volar lejos...
Pero ahora estaba yo, caminando aprisa y con las dos manos cargadas. En un lado un libro morado y en la otra mi caja amarilla de herramientas. Pero entonces mis pensamientos volvieron al presente, convenciéndome que no tenía tiempo para distraerme y debía llegar rápido a mi casa.
En un acto entonces casi inconsciente soplé en la dirección de la catarina, y se tambaleó, pero no cayó. Refunfuñé en voz baja que debía volar para que yo continuara caminando. Parece que de alguna u otra forma mis murmullos llegaron a la pobre bolita roja y dirigió su cara hacia la mía.
Y en un instante pasó. Ella intentó volar puesto que abrió sus alitas manchadas, pero en ese mismo momento yo soplé -otra vez-. Y lo que buscaba hacía algunos segundos pasó. Mi aliento la desbalanceó y soltó el pedacito de ropa de donde estaba sujeta. No sé si soplé demasiado fuerte, ella se soltó demasiado pronto... no sé. Cayó estrepitosamente al suelo justo en el momento en que dí el paso. Quedó debajo. Ya no pude detenerme.
Un escalofrío me recorrió entonces. Sólo quería alejarla. Un tropel de pensamientos me invadió y no me dejaba en paz. Sentí un pinchazo en lo más profundo de las vísceras y derrepente me quedé sin aliento. Una catarina. Una bolita que ahora era una mancha irreconocible en el piso. De sus alitas quedó el color, de su existencia un recuerdo, de mi acción un nudo en la garganta.
Me sentí tan miserable, tan vacío, tan tonto, tan insulso, tan insignificante. Mi prisa, mi desesperación, mi mal humor... todo yo había herido a un inocente, y ahora no quedaba más que el grito ahogado en mi interior. Dejé a un lado la caja y sobre ella el libro, saqué un pañuelito que traía en la bolsa izquierda del pantalón, con sumo cuidado, algunas lágrimas en los ojos y un torrente en el alma, la levanté para verla unos instantes y la envolví. Qué tonto fui.
Cerca de ahí ví una flor que crecía solitaria en medio del pasto. Justo enfrente con el dedo hice un pequeño hueco y con algo de parsimonia puse a la pobrecita en el hoyito. La dejé ahí sin cubir. Mientras recogí todas mis cosas. Sin quererme ir en medio de una pena inmensa, un corazón entristecido y mente difusa, la dejé ahí descansando. No quise cubrirla todavía.
Corrí agobiado. Llegué y no quería saber nada de nadie. Me acosté y con un remordimiento enorme me dormí. No recuerdo haber soñado nada, simplemente al otro día desperté algo más tranquilo. Salí temprano para ver si aún seguía ahí la pobre catarina. Y sí, tal como la había dejado antes. Ahora me decidí, y con cuidado la cubrí completamente y la enterré con la flor como marco. Un bultito en la tierra -polvo al polvo pensé- era lo que quedó. Los pensamientos, la tristeza, el dolor... me dí cuenta que no eran por la catarina. Era por todos aquéllos a los que en mi atarantado modo de ser, mi atrabancada personalidad y necia actitud soplé para tratar de alejar en mi prisa loca. Entonces me levanté y con la mirada consternada me fui. Nunca le dije a nadie de esta historia... pero ahora, lo que me queda decir es sólo:

Perdón a todas las catarinas...
Atte. El Dragón azul.

Mindless thougths...

Monday, March 20, 2006

5:16 a.m.

del lunes.

Sin dormir,

Y muerto del cansancio.
Bah.
Odio a los LAE's y punto.
Mindless thoughts...

Friday, March 10, 2006

A la mitad.

Ya estoy a la mitad de muchas cosas.


A la mitad del día.
A la mitad del pensamiento.
A la mitad de la carrera.
A la mitad de... mismo.


Ya no sé si dar vuelta y regresar o seguir y afrontar lo que viene.

La desesperación toma lugar, entra y no piensa salir pronto.

¿Qué haces cuando estás tan confundido y sin siquiera tiempo para notarlo?

(...y yo sigo en medio de la nada, a la mitad del pensamiento y a la mitad de la vida...)
Lo que ya ni sé... es cómocuándoquiéndóndeestá mi otra mitad...

Mindless thoughts...

Friday, March 03, 2006

Hmmm...

Estoy cansado y tengo sueño. Ya no puedo pensar, mucho menos escribir, y hay más cosas que no me dejan dormir... pero bueno, ¿qué más puedo hacer?
Quizá un día si el sueño vence a la realidad, y si la duda no regresa más, imaginaré entonces cómo todo empezará y cómo con la tarde llegará al fin la oportunidad.

¿Qué es lo que digo entonces?
no quejarme y seguir adelante supongo.
No.
Mindless thoughts...