Wednesday, January 31, 2007

Momentos.

Hoy abrí los ojos por fin.

Encontré la razón de porqué me he sentido así.

Pero sobre todo, me di cuenta de una verdad que llamaré absoluta, más por la fuerza que tiene que por lo certera que es.

La vida está llena de momentos.

Un abrazo, un beso, una brisa gentil. Un recuerdo amargo, una cicatriz profunda que se extiende hasta el alma.

Una vista en el pasillo, una comida deliciosa, un momento a solas. Lágrimas desesperadas por caer de felicidad o de tristeza, voces dulces y cariño detrás de la dura máscara.

Momentos imborrables, nuestros tesoros. Lo bueno y lo malo de esta vida. Lo único que nos llevaremos al otro mundo. Nos hicieron, nos hacen. Nos moldean y nos rompen, para reconstruirnos más fuertes...

Y hoy, (...hasta hoy...) mi torpe corazón halló paz al saber porqué... y aunque ya está expuesto, aún le falta sanar un poco (...sólo yo me entiendo, creo...) Momentos... como éste.

Gracias a tí. Y a tí. :) Los quiero.

Mindless thoughts.

Wednesday, January 03, 2007

Sonidos.

Afuera llueve ligeramente. Lluvia moja pendejos le llaman.

El sol se esconde detrás de lo que aparentan ser nubes gruesas y tormentosas. Aunque no creo que lo sean. Les gusta ponerse grises y gordotas para infundir miedo en el mortal común. Pero no han de ser más que unas flacuchas escuálidas con baja autoestima. Si fueran tan malas no dejarían pasar ni un rayo de sol. Pero hay luz ¿no?

Mientras se oyen los carros pasar con algo de prisa por la avenida húmeda mi mente empieza a preguntarse, a ser curiosa. ¿Qué pasa con todos los sonidos que se escuchan? El ruido de un motor, coches y coches sin fin. Una plática lejana, un televisor encendido, pasos acelerados que quizá buscan alejarse del tropel de soldados que caen inexorablemente del cielo, mojando pendejos.

Una llamada lejana, combinado con el incesar tic toc de un teclado que por descuido propio y que por otras circunstancias impuestas por el destino casi no escribió cosas como estas, pequeñas divagaciones acerca de la nada en absoluto. A veces es complejo (...vaya que lo es...) perder tiempo así.

Pensando sin pensar, escuchando simplemente oyendo. La contradicción se hace presente y bum, como si nunca se hubiera ido. Se sigue oyendo la conversación. Tal vez debería acercarme más y poder emitir un juicio también. No sé. Probablemente no sea mi asunto.

Lo más penetrante es precisamente, el bello sonido del silencio que permanece intacto en lo más profundo de mi conciencia. Tal vez es ese sonido el que me permite apreciar con tanta precisión que es lo que está ocurriendo a mi alrededor.

Unas llaves revolotean afuera. Tal vez están suplicando porque no quieren salir a mojarse, porque corren el riesgo de oxidarse. Pero que no sean chillonas, a todo mundo le puede pasar. Numerosos comienzan a atravesar mi mente mientras la sirena de una ambulancia se oye pasar a toda prisa a lo lejos... casi inmediatamente una patrulla. Algo ha de haber pasado en algún lugar. Siempre pasa. Hay quienes apachurran catarinas sin querer, o hay quienes cruzan la calle sin fijarse.

Hay quienes no le hayan sentido a la vida, hay quienes rebosan de felicidad. Como aquel niño que reía aquella vez.

Así es la vida, con sus nubes con baja autoestima, el tropel que cae en picada desde el cielo, y los miles y miles de pe...rsonas que estamos debajo, tan sólo existiendo, sintiendo... oyendo.

Mindless thougths...