Wednesday, September 30, 2009

Perdón, pequeño gatito.

Hoy tuve un deja vú. Iba caminando por uno de los pasillos alrededor de la casa, al lado de la cancha de fútbol.

Se me hizo muy parecido a algo que ya había vivido antes, a aquella catarina que se interpuso entre mi pie necio y el suelo indiferente.

Sólo que ahora, iba pensando en las cosas que en los últimos días he pensado. Caminaba algo apesadumbrado, como también se me ha hecho costumbre. Esa respiración que cuesta, tal vez por el peso que apenas me voy dando cuenta que estoy cargando. Me sentía cansado, de mí, de ti, de todo.

Y derrepente oigo un sonido atrás de mi, unos pasitos, y sobre todo un desvanecido maullido. Volteo, y ahí está. Blanco, con manchas grises. Chiquito, indefenso. Me ve mientras yo lo veo. Y algo dentro de mi se movió.

No puedo explicarlo, pero tal vez sea el sentimiento inmenso de compasión que sentí por el pequeño gatito, solo, en la inmensa oscuridad del pasillo sin nada de iluminación, más que la débil luz de una luna que está como escondida detrás de las nubes que están sobre todo estos días.

Se me acerca tímidamente, se pega en mis tenis, y se sienta en medio de mis pies. Como que encontró un pequeño refugio, alguien en que puede confiar, al menos se siente aliviado de que ya no está solo.

Un escalofrío recorrió mi espalda. ¿Por qué tuve que encontrarlo? Sentí un deseo inmenso de ayudarlo, de quedarme ahí con él, de acariciarlo para dejarle saber que no está solo, que tal vez Dios en su infinita misericordia nos puso a los dos en ese preciso momento e instante porque sabía que nos necesitamos.

Pero no pude. No puedo llevarlo a la casa. No puedo llevarlo conmigo. Me parte el corazón tener que dejarlo ahí. Solo. En la oscuridad de la noche. Quiero llevármelo pero tengo miedo. Aunque también me da miedo qué es lo que puede pasarle ahí afuera.

Lo mejor que pude hacer fue confortarlo un rato, y llevarlo a un lugar un poco más protegido.

Y ahora estoy escribiendo esto. Con un nudo en la garganta, el corazón un poco más roto y el alma adormilada. Espero que cuando vuelva esté ahí.

Perdón, pequeño gatito. Perdón.

Mindless thoughts…

Sunday, September 13, 2009

Interesante.

Hoy creí que había pasado lo que vengo temiendo desde hace tiempo.

Ya oyendo lo que pasó, me di cuenta de lo ingenuotontoegoísta que todavía soy y lo que, en verdad, tengo que dejar ir por sanidad mental (y estomacal).

Al menos comprobé que sí te conozco. Sólo que ahora, debo aprender a  C O N T R O L A R M E. El que se enoja, pierde.

 

Mindless thoughts…

Sunday, September 06, 2009

Diálogos.

A ver.

Como que mis dos lados otra vez me están afectando.

Uno, que ya lo había dicho en algún momento, el lógico, me dice todo lo que sé y que es justo, todo lo que es y como debe ser.

Y el otro que sigue, ahí, siempre presente, sentimental que a veces obnubila a todo lógico.

Ya vi. Ya hice. Ya fui. Tengo otras cosas que hacer, tesispaperstareasprácticasvivir, pero aún me hace falta esa parte que por fin me sacó del hoyo donde estaba…

No era un hoyo donde estabas, sino que sigues estando en él. No necesitas a tu otra media naranja. Necesitas ser una naranja entera. Eso es algo que no has podido alcanzar. Algo que no has podido ser. Algo que pensaste que ya tenías, pero no. No eran más que ilusiones provocadas por algo desconocido y que quieres averiguar.

¿Por qué si ya me sentía como nunca, ahora vuelve sentimental? Creo que es mi parte más frágil, pero, ¿por qué es frágil?

Pensaste que todo sería mucho más sencillo, que sólo eran exageraciones, pero ya ves que no, es algo que simplemente rompe tu corazón.

Recuerdos, sólo buenos recuerdos que ahora te parten el alma, lastiman tu corazón y bloquean tu mente.

¿Por qué será que la parte que considero menor en mí, cobra tanta importancia, tanta como para hacer a la otra desvanecerse en el limbo de la desesperación?

Crees que es como una droga, una que se siente bien, pero que a final de cuentas te está haciendo daño. Y en este caso, no es la droga en sí la que lo está haciendo, sino tú mismo. Por no controlarte, por no permitir que lógico vaya a la par.

Nunca había sentido todo esto. Tal vez soy más frágil de lo que jamás pensé. Tengo que sacar fuerzas.

Aquí es donde creo que pedirle a Dios que te proporcione esa fortaleza es un error. Él te la dio desde el momento en que fuiste concebido. Sólo que tienes miedo de sacarla, de sentirla. Porque al final de cuentas eres tú.

Oigo las canciones en mi mente. Creo que estoy al borde del precipicio. Good thing, I’d already foreseen this and I acted on time.

Tengo que vivirserestar conmigo. Tengo que ser yo. No fuiste un error, no me arrepiento. Sólo que fui débil, fui ingenuo, fui… como siempre he sido.

Fuerza, FUERZA, cree en ti mismo. Se tú mismo.

No sé si pueda, no sé.

Sí puedes, sólo debes intentarlo. Lo intentaste una vez, fuiste contra tus miedos y venciste. El destino no estaba marcado como pensabas, pero… te diste cuenta que aún depara cosas que no te hubieras imaginado, que jamás pensaste en hacerdeciroirversentir.

Sólo necesito creerlo y hacerlo. Por mi, por nadie ni nada más.

Y aún duele, con esa poca paz mental que ahora tienes. No puedo hablar más.

Yo ya no quiero.

Se tú. No tengas miedo, pasará.

No sé. No puedo evitarlo.

Ya.

Mindless thoughts…