Thursday, February 26, 2009

Wow.

Después de unas cuantas copas de vino tinto, y sin mucho más que hacer (...más bien, haciéndote wey porque sí tienes, y un chingomadral que hacer...)...

Después de leer todas las entradas del blog... (...por Dios, si serás aburrido...)

Leyendo, recordando, viendo cómo es que en el transcurso de ya poco más de tres años he cambiado.

Del niño ingenuo, confundido, pedante (...gordo también, no te hagas...) y necio, pasé a ser un chavo, si bien todavía algo idealista, menos ingenuo, no tan confundido, modesto, paciente y (...afortunadamente menos gordo...) sobre todo más yo.

El miedo se fue, y yo avancé. Y por fin, de alguna manera me veo feliz, me veo completo, me siento pleno (...giuk, línea de revista barata...), pero así es.

Y no es tanto por alguien más, sino por mí. Porque yo soy yo, porque ya no soy el que no era, (...más bien, el que no dejabas ser...) sino que ahora ya puedo (...y quiero...) ser quien soy.

Tres teclados han pasado por estas letras, y cada uno representa una etapa diferente... algo así como un pre, un durante... y ahora estoy aquí, esperando a lo que viene. Mucho, pero nada que no pueda afrontar... (...o al menos eso creo...)

Mindless thoughts...

=)

Sunday, February 22, 2009

Tan sólo un sueño.

Tuve un sueño de lo más extraño. Aún más raro es que en realidad fueron 4, el primero vívido, intenso y extremadamente inusual para mí, que aquí narro en la medida que mi memoria atrofiada me permite, el segundo más bien de acción y el tercero muy vago, siendo el último el que ya no recuerdo, pero sé bien que existió al menos en mi mente.

Sea pues dicho que el primero comenzó en el presente, donde tantas cosas pasan y tantas personas transitan; ahí estaba yo, en la supuesta casa de mis papás que aparentementemente estaban en las etapas finales de edificación; amplia, con un patio bastante decente, apenas terminando la construcción de la segunda planta, con paredes grises y las marcas características del cemento hace poco colocado... recuerdo ser feliz, porque alguien nuevo que estaba en mi vida (...tú...) lo seguía estando, y creía que finalmente todo iba a salir bien, que todavía había mucho por venir. Recuerdo pues, haber estado en tu compañía, haber estado conviviendo hasta entrada la noche, sentados viendo hacia el ventanal que daba a la espesa, pero estrellada noche de algún paraje que ahora desconozco.

Despertando al otro día, ví las cosas un poco cambiadas de como las recordaba de la noche anterior. Si bien la disposición del asiento y del ventanal a un cielo ahora azul profundo eran las mismas, ahora se veía otro color en las paredes, del cual tengo sensación, más no certeza, que era verde olivo brillante, con toques finos de maderas elegantes; una duela bien cuidada, retratos cuyas caras ahora olvido, diversos objetos que hacían perfecta armonía con la tranquila elegancia del cuarto donde yo me encontraba (recuerdo haber incluso pensado, ¿no es acaso más grande de lo que yo recuerdo?).

Aquí se vuelve un poco borroso; sé que salí del cuarto, para encontrarme contigo en algún lugar de aquel fantástico lugar, y después ir a desayunar. Recuerdo que sentía confusión, porque yo me sabía en la casa de mis papás y ahora todo parecía diferente, si bien no extraño. Nos sentamos a desayunar, tú a mi lado o enfrente, pero lo suficientemente cerca para ver tu sonrisa divertida y traviesa... cuando por alguna razón, probablemente pronunciada por tí, me di cuenta que no estaba más en la casa en construcción, sino en algún pintoresco lugar de Europa... sí, ¡Europa! Algo de mi inconsciente sin duda, aunque parezca cliché y de poca monta, pero siempre he querido conocer con alguien como los rincones de un continente antiguo y tan diferente al nuestro.

Entonces fue cuando me pegó. Empecé a preguntar que cómo es que habíamos llegado a ese lugar en tan sólo una noche, si acabábamos de quedarnos sumidos en sueño profundo acompañado del leve sopor provocado por el incipiente verano de nuestra ciudad. Creo recordar que no me creías. Reías como acostumbras hacerlo, relajada pero sinceramente, como si estuviéramos bromeando tal y como siempre lo hacemos. ¿Lo hacemos?. Pero algo pasó, el mesero dejó algo en la mesa, algo que se supone yo debería saber, y que hasta yo sabía que debería saber... pero no. Entonces tu semblante cambió, viste mi mirada perdida por la confusión, viste que no estaba jugando... De tu boca salió que ya llevábamos algún tiempo ahí, y fue entonces cuando por algún motivo, recuerdo que dijiste que ya habían pasado 4 (cuatro, four, vier, quattre... etc.) años de esa vez en la casa de mis papás. Recuerdo haber sentido una emoción intensa, como una centella de felicidad... para ser derrepente y definitivamente opacada por otra, mucho más fuerte y desesperanzadora... ¿cuatro años dices?... los ojos se me llenaron de lágrimas... sin duda era feliz contigo, cuatro años... pero... ¿por qué estoy aquí?, ¿por qué estamos aquí? ¿Es que acaso me he perdido esos cuatro años y apenas voy despertando a la realidad?, ¿qué pasó? Lloro profundamente, porque duele pensar, duele saber que soy feliz, que estoy contigo, que estamos aquí, que te veo, que me abrazas, que me reconfortas, que lloras conmigo al enterarme que no sé qué ha pasado en estos cuatro años, ¿cómo te conquisté?, ¿cómo me conquistaste?, nuestro primer día, nuestro primer mes, nuestro primer año, tú y yo, yo y tú... haberme perdido de todo, sabiendo aún que soy feliz en este momento porque estamos, porque somos... soy feliz, pero ¿qué pasó?, ¿cómo pasó?... me abrazas mientras lloro, tratas tan suavemente y a tu manera de tranquilizarme, limpias las lágrimas de mi cara con suavidad, recuerdo tu aroma... en parte por la felicidad, en parte por la tristeza de no saber... me gusta ese abrazo, me gustas tú, me gusta todo... menos no saber.

Entonces desperté, y de verdad que es la primera vez que despierto de un sueño con tantas emociones mezcladas, de saber que te soñé, que estábamos juntos y felices... después de tanto tiempo. Jadeaba, estaba cansado, contento y triste a la vez. Sólo un sueño. Fue tan sólo un sueño, menos mal. Fue tan sólo un sueño... no quería despertar.

Ahora que estoy despierto y más cuerdo, entiendo por qué estaba triste. Porque es algo que quiero vivir... algo que quiero vivir contigo, y que sin duda me toca a mí lograrlo (bueno, en lo que se refiere a mi parte). Espero con todo mi corazón que así sea... que estemos desayunando en algún momento dentro de 4 años, que recuerde este sueño, y con un suspiro lejano y una sonrisa nostálgica me preguntes con esa voz paciente y firme, ¿qué pasó?... para que yo conteste con una sonrisa de sincera felicidad... jajaja... nada, sólo que te soñé. :)

Thursday, February 19, 2009

Yo sí creo. ¿Y tú?

Hmmm. Hoy recibí un mail bastante emotivo. Y aunque parezca que no, de verdad me dieron ganas de publicarlo aquí. Así que hoy en lugar de soltar mis payasadas regulares, mejor copio-y-pego este poema...

que es como una brisa fresca en medio del desierto de la incertidumbre,
y porque hoy también me siento patriotista :)


Credo.
Ricardo López Méndez

México, creo en ti como en el vértice de un juramento,
Tú hueles a tragedia tierra mía,
y sin embargo ríes demasiado,
acaso porque sabes que la risa,
es la envoltura de un dolor callado.

México, creo en ti sin que te represente en una forma,
porque te llevo dentro,
sin que sepa lo que tú eres en mí,
pero presiento que mucho te pareces a mi alma,
que sé que existe, pero no la veo.

México, creo en ti, en el vuelo sutil de tus canciones,
que nacen porque sí,
en la plegaria que yo aprendí para llamarte Patria,
algo que es mío en mí,
como tu sombra que se tiende con vida sobre el mapa.

México, creo en ti en forma tal que tienes de mi amada,
la promesa y el beso que son míos,
sin que sepa por qué se me entregaron,
no sé si por ser bueno o por ser malo,
o porque del perdón nazca el milagro.

México, creo en ti en forma tal que tienes de mi amada,
la promesa y el beso que son míos,
sin que sepa por qué se me entregaron,
no sé si por ser bueno o por ser malo,
o porque del perdón nazca el milagro.

México, creo en ti sin preocuparme el oro de tu entraña,
es bastante la vida de tu barro,
que refresca lo claro de las aguas,
en el jarro que llora por los poros,
la opresión de la carne de tu raza.

México, creo en ti porque creyendo te me vuelves ansia,
y castidad y celo y esperanza,
si yo conozco el cielo es por tu cielo,
si conozco el dolor es por tus lágrimas,
que están en mí aprendiendo a ser lloradas.

México, creo en ti, en tus cosechas de milagrería,
que sólo son deseo en las palabras,
te contagias de auroras que te cantan,
y todo el bosque se te vuelve carne,
y todo el hombre se te vuelve selva.

México, creo en ti, porque nací de ti,
como la flama es compendio del fuego y de la brasa,
porque me puse a meditar que existes,
en el sueño y materia que me forman,
y en el delirio de escalar montañas.

México creo en ti, porque escribes tu nombre con la X,
que algo tiene de cruz y de calvario,
porque el águila brava de tu escudo,
se divierte jugando a los volados,
con la vida y a veces con la muerte.

México, creo en ti, como creo en los clavos que te sangran,
en las espinas que hay en tu corona,
y en el mar que te aprieta la cintura,
para que tomes en la forma humana,
hechuras de sirena en las espumas.

México creo en ti, porque si no creyera que eras mío,
el propio corazón me lo gritara,
y te arrebataría con mis brazos,
a todo intento de volverte ajeno,
sintiendo que a mí mismo me salvaba.

México creo en ti, porque eres el alto de mi marcha,
y el punto de partida de mi impulso,
mi credo ¡PATRIA!, tiene que ser tuyo,
como la voz que salva,
y como el ancla.


Porque yo creo. Quiero seguir creyendo.

Mindless thoughts...

Monday, February 16, 2009

Ingeniería del corazón.

Creo que al fin y al cabo sí cambié un poco.



¿Por qué será que los ingenieros siempre buscan cuál es la solución más fácil a los problemas que se les presentan?

Racionalizar y reducir a la mínima expresión...
Aunque a veces, no signifique que sea el camino más fácil de tomar... (...tal vez es el resultado con el que se sufre menos...) Pero... puede también perderse mucho...
¿Por qué conformarse con Vida(x)=0 si P{Vida(x)=∞ dado que Libre albedrío>0}?
Mindless thoughts...